Si la carne es buena necesita poco aderezo
Nanín es el nombre del carnicero al que le compré durante años la carne. Tenía la carnicería en la avenida de Colón y siempre tenía algún tema de conversación con todos sus clientes. Nosotros compartíamos el gusto por la música y las anécdotas de los coros, pues en esa época ambos cantábamos en sendos coros en Badajoz. Él me enseñó esta sencilla receta el primer día que le compré solomillo de cerdo, pues le confesé que nunca antes los había comprado ni lo había preparado en casa.
QUÉ NECESITO:
- Un solomillo de cerdo (para dos o tres personas)
- Dos o tres dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Medio vaso de brandy o coñac
- Sal y pimienta
CÓMO SE HACE:
Se echa un chorreón de aceite en el fondo de una sartén y se doran unos ajos en rodajas. Luego se añaden los medallones de solomillo salpimentados (si es ibérico mejor que mejor). Cuando pierden la vergüenza, es decir, cuando están marcados por ambos lados, se le añade un buen chorreón de brandy. Se le da un hervor, hasta que se ha evaporado el alcohol y se ha consumido un poco el jugo.
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Solomillos de cerdo ibérico |
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Medallones de solomillo de cerdo ibérico, salpimentados |
Aparte, se hace una salsa hecha con mostaza y mermelada de frambuesa, que también me enseñó él, mezclando en un cuenco ambos ingredientes en proporción variable. Más o menos, pongo mitad y mitad, pero yo la voy probando hasta que me gusta la mezcla de dulce y salado.
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