Un aperitivo sano y con muy pocas calorías.
Estas zanahorias aliñadas las comí por primera vez en casa de mi amiga Rosa I. y me encantó tanto el sabor como lo fácil que es prepararlas. Sacó de su nevera un bote y sirvió un plato para acompañar la cerveza que nos estábamos tomando. Nunca había comido las zanahorias de este modo y adopté la receta que me dio mi tocaya rápidamente.
QUÉ NECESITO:
- 1/2 kilo de zanahorias
- Aceite de oliva virgen extra, vinagre
- Sal, ajo, cominos
- El agua de cocer las zanahorias
CÓMO SE HACE:
Pelo las zanahorias con una mandolina y la corto en rodajas no muy gruesas. Las hiervo unos 10-12 minutos, hasta que están tiernas pero sin deshacerse. Las dejo enfriar.
Cuando están frías, las paso a una fuente con el caldo de haberlas cocido, hasta que las cubra todas.
Luego las aliño con aceite, vinagre y sal al gusto.
Pelo un diente de ajo y lo pico muy pequeño, para ello tengo un espachurra-ajos que saca cuadraditos muy pequeños de ajo. Lo añado a las zanahorias.
Por último, le echo una cucharadita de cominos, levemente majados en el mortero o, como lo hacía mi madre, estrujados entre mis manos.
Doy una vueltas para que se mezcle todo y lo meto en la nevera. Si las guardo en un frasco de cristal, me pueden durar varios días. Cuando me apetece un picoteo solo tengo que sacar y servirlas en un cuenco. ¡Están deliciosas!
Comentarios