HABAS EN CONEJO

¿Por qué se llama "en conejo" si no lleva conejo?

Ha hecho falta una reunión familiar para poder degustar este plato junto con mis hermanas. Ha sido ponerme a guisar y viajar a nuestra infancia automáticamente embargadas por los aromas del sofrito y la yerbabuena. Señal de que se parece bastante a las habas que hacía la abuela Celina, nuestra madre. 

Nunca hemos sabido por qué este guiso de habas lleva este nombre, si es un plato que no lleva carne de conejo ni nada que se le parezca. He buscado en la web y tampoco he encontrado respuesta. 
¿Sabe alguien a qué se debe este peculiar nombre? Da igual. ¡Están riquísimas!



QUÉ NECESITO:
  • 2 paquetes de habas baby congeladas. He usado estas porque así me aseguro de que salgan tiernas y porque no es época de habas frescas. Cada paquete es de 400 gr. y ha salido una cazuela para comer entre 6-8 personas.
  • 1 cebolla grande o dos medianas.
  • 2 dientes de ajo.
  • Pimentón de la Vera, dulce
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Unas ramas de yerbabuena.
  • Harina, vino blanco, sal.


CÓMO SE HACE:

Primero he hervido las habas siguiendo las indicaciones del paquete: 10 minutos en una cazuela con agua y sal.
He picado la cebolla y los dientes de ajo en un perol grande, donde había echado ya un chorreón de aceite de oliva. Se sofríe y cuando empieza a dorarse le he añadido una punta de pimentón dulce, una cucharada de harina de trigo y medio vaso de vino blanco.
He mezclado con suavidad y le he añadido las habas y las hojas de yerbabuena picadas. 
He hervido otros 10 minutos todo junto, añadiéndole el caldo de haberlas cocido poco a poco, sin cubrir las habas y rectificando el punto de sal en este momento.
Tienes que quedar caldositas, ma non troppo.




Esta es la receta que conservo en mi libreta verde,
copiada al dictado de la abuela Celina hace más de 30 años





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