PATATAS REVOLCONAS con acento extremeño

La sencillez de la patata y el señorío de los productos extremeños

Hoy me apetecen patatas en puré y he recordado las revolconas que probé cuando estuve en Salamanca, visitando a Marta, que estudiaba allí. Pero resulta que lo típico es comerlas con torreznos y a mi no me gustan los torreznos. Por lo general no me gusta el tocino ni nada hecho a base de tocino. He visto que tenía un poco de jamón en la nevera y he pensado ¿por qué no? 

El resultado ha sido extraordinario. Qué plato tan sencillo y qué bueno resulta si lo acompañan productos como nuestro jamón ibérico o el pimentón de la Vera. 

A propósito del jamón os cuento una anécdota que le pasó a Marta, cuando estudiaba el máster en Salamanca. Allí es famoso el jamón de Guijuelo, que no está mal. Pero, claro, a nosotros nos gusta el jamón extremeño ¡que es la bomba! ¡el mejor del mundo! Pues estaba Marta cansada de comprar un jamón en las tiendas del barrio que no le acababan de convencer. Se fue al Corte Inglés, pensando que  este supermercado suele estar bien surtido y tiene cosas de buena calidad. Preguntó al charcutero si tenía un jamón extremeño, de cualquier origen y precio, pero extremeño. El dependiente, intrigado, le preguntó el por qué de aquel empeño. Y ella le contestó que el tan renombrado jamón de Guijuelo no le acababa de gustar. A lo que el experto en chacinas le contestó: ¡es que tú buscas un jamón que sepa a jamón! 

¡Y es que no hay jamón como el jamón extremeño!


QUÉ NECESITO:

  • Tres patatas medianas
  • Dos dientes de ajo, una hoja de laurel.
  • Dos cucharaditas de pimenton de la Vera dulce, una pizca de pimentón de la Vera picante.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra. Sal
  • Unas lonchitas de jamón ibérico extremeño.

CÓMO SE HACE:

He pelado y troceado las patatas y las he echado en la cazuela con agua, sal y la hoja de laurel. Han hervido unos 15 minutos, hasta que estaban tiernas.

Las saco escurridas y las pongo en una fuente o plato grande.

Aparte, doro los dientes de ajo enteros (como mucho, los parto por la mitad a lo largo). Los saco aparte y añado el jamón cortado en tiras, hasta que queda crujiente. Lo saco y reservo, apago el fuego y añado el pimentón.

Espachurro las patatas con un tenedor, hasta que tengan consistencia de puré y, mientras, le voy añadiendo el aceite coloreado con el maravilloso pimentón. Si quedan secas, también le añado al puré un poco de agua de la cocción. Cuando las patatas están espachurradas, el aceite bien repartido y la textura me convence, pongo el jamón por encima y adorno con el ajo y el laurel. 



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