SOPA DE ESPINACAS

 ¿Qué son espinafres? ¿Qué van a ser? ¡Espinafres!

Esto es parte de una diálogo algo surrealista que vivimos mi marido y yo cuando aun éramos novios, hace muchos años.

Habíamos ido de viaje a Lisboa y decidimos cruzar la bahía para explorar otros lugares. Nos dio la hora de cenar callejeando por allí y nos adentramos entre las calles dejando a un lado el bullicio y los turistas.  Encontramos una tasca que nos pareció muy típica y acogedora, fuera del circuito turístico. Recuerdo que no había mucha luz, y cenamos en una pequeña mesa junto a la pared. No necesitábamos mucho más porque estábamos juntos y eso era lo que más nos importaba. 

Y entonces el camarero que nos atendía nos dijo la carta de palabra, en un portugués algo cerrado que no atinábamos a entender del todo. Entre los platos del día estaba la sopa de espinafres. Yo, que no tenía ni idea de portugués, pregunté ¿qué son espinafres? Y el señor aquel me respondió, entre asombrado y molesto, que espinafres son espinafres, que para él estaba claro. Supuse que eran espinacas y lo pedí, ya que sabía que aquello no lo había probado nunca antes. 

Recuerdo que me gustó mucho aquella sopa, pero no recuerdo exactamente el sabor ni el aspecto, aunque sí el hecho de que tenía pequeños trozos de patata en el caldo verde. Caprichos de la memoria selectiva, supongo. 

Ahora hago esta sopa rememorando aquella, pero como no sé qué tenía me la invento. Y creo que ha quedado rica, rica, rica...

QUÉ NECESITO:

• Un manojo de espinacas frescas
• Medio puerro.
• Una patata.
• Aceite de oliva Virgen Extra. Sal, nuez moscada.

CÓMO SE HACE:

Limpio y troceo el medio puerro. Lo echo en la cazuela y lo sofrío con un poco de aceite. añado las espinacas, previamente lavadas y cocidas en agua con sal, y las rehogo junto con el puerro.

Añado el caldo de haber hervido las espinacas, y le doy un hervor. Rectifico de sal y añado una pizca de nuez moscada.

Retiro del fuego y trituro, de modo que me queda un caldo verde, en el cual echo la patata cortada en cuadraditos. Lo vuelvo a poner en la candela, hasta que la patata está tierna. 

También se puede echar la patata sobre el caldo y triturar todo junto, que es lo que he hecho en esta ocasión. El resultado es espectacular.