La sopa de mariscos o cómo despedir el año por todo lo alto
Si había una fiesta familiar que le gustaba al abuelo Helio era la Noche Vieja. En los años en que ya eran los padres los que venían a casa de los hijos en las ocasiones especiales, él aprendió a hacer esta sopa de mariscos que solía elaborar en casa de mi hermana Celina. Y nos gustaba tanto a todos que la cocinaba cada 31 de diciembre para gozo y deleite de sus hijos y nietos.
En nuestras reuniones familiares de Noche Vieja no falta nunca la sopa de mariscos. Aunque el abuelo ya no está con nosotros, esta sopa es un clásico en nuestra familia: nos recuerda los días pasados, pero también nos permite disfrutar del presente, de la familia, de una cena especial, del encuentro, de la fiesta.
Es un plato un poco laborioso, pero realmente no es difícil de hacer. Nosotros solemos empezar a preparar los caldos el día 30 y el 31 hacemos la sopa por la mañana. Así, por la tarde estamos más libres para otros preparativos propios de un día tan especial.
QUÉ NECESITO:
Esta receta está pensada para 12 comensales, porque siempre la hemos preparado para cuando nos reunimos en familia. Pero se pueden ajustar las cantidades, así como los ingredientes, al gusto de quien la guisa y de quien la come.
- Una cebolla
- 3 zanahorias
- 2 patatas (se pueden sustituir las patatas y las zanahorias por boniato)
- 1 merluza, 2 colas de rape (se puede sustituir por cazón)
- 1 kg de chocos o calamares
- 1 kg de almejas, 1 kg de mejillones
- 1/2 kg de gambas arroceras, 1/2 kg de langostinos
- Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta (opcional, la receta del abuelo no llevaba pimienta)
CÓMO SE HACE:
Primero se preparan los caldos como explico a continuación.
Se cuecen las gambas y una vez cocidas, se pelan y se reservan en un táper. Se cuela el caldo y se reserva también. Recuerda guardar 5 o 6 gambas crudas para echar luego al sofrito.
En un cazo se abren las almejas con un poco de agua. Recuerda que las almejas hay que lavarlas bien, dejándolas en remojo con agua fría y sal durante una hora aproximadamente y cambiándoles el agua 2 o 3 veces, para que suelten la arena. Se separan de las conchas y se reservan. Se cuela el caldo y se reserva.
Hacemos lo mismo con los mejillones. El mejillón se puede poner congelado y viene ya sin valvas. En este caso, se les da un hervor e igualmente se reservan por un lado y el caldo colado por otro.
Pelamos los langostinos y los cocemos con un poco de agua. Reservamos en un táper y por otro lado guardamos el caldo igualmente colado.
Con las cabezas y pieles de los langostinos hacemos un fumé de la siguiente manera: los echamos en una cazuela con un poco de aceite y tostamos levemente, mientras las vamos espachurrando con una cuchara de palo para que suelten todo el jugo. Añadimos un chorrito de brandy y cuando se evapora cubrimos con bastante agua (unos dos litros), echamos un poco de sal y pimienta y dejamos hervir, al menos 30 minutos. Luego apartamos la cazuela de la candela y trituramos todo con una batidora de mano. El caldo se cuela con cuidado y ya tenemos nuestro fumé listo.
Una vez tenemos todos los caldos listos, es el momento de empezar a elaborar la sopa.
Para ello, se pone en la cazuela un chorreón de aceite y se sofríe ahí la cebolla, junto con las zanahorias y las patatas, peladas y cortadas en rodajitas (yo he usado un boniato hermoso para sustituir las patatas y las zanahorias ya que Marta no los tolera). Se añade al sofrito 5 o 6 gambas crudas, peladas. Cuando está hecho el sofrito se aparta, se le hecha un poco de caldo y se tritura.
Troceamos los calamares en trozos pequeños, quitamos las espinas al pescado (puede ser rape, merluza, cazón o la combinación de pescados que más te guste) y lo troceamos con cuidado.
Una vez está cada ingrediente preparado es el momento de unir los caldos que tenemos (de las almejas, mejillones, gambas, etc) y añadirlos al sofrito. Se pone en el fuego y se incorporan todos los condumios que tenemos preparados, empezando por los calamares y los pescado que son los que aún están crudos. Después de unos minutos, se añaden las almejas, los mejillones, las gambas y los langostinos. Todo va pelado y troceado, de modo que en una cucharada puedas disfrutar las diferentes texturas y sabores del mar, sin espinas y sin bigotes 😉. Si es necesario añadimos agua y rectificamos de sal. Dejamos cocer a fuego lento unos minutos, hasta que tome bien el sabor.
Y una vez hecha, solo queda disfrutarla en familia. Aunque la sopa está riquísima, es importante no repetir plato, porque hay que dejar sitio para las uvas... 😄
¡Feliz Año Nuevo!
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