SOPA DE TOMATE a la extremeña

 Una sopa de pan tradicional y riquísima


En este plato se juntan dos de mis pasiones gastronómicas: la sopa y el tomate


El tomate es un lujo por el que deberíamos dar gracias todos los días. Su sabor, versatilidad, y aporte nutricional hacen que sea una de mis hortalizas favoritas. 

Y ¿qué decir de las sopas? Me gustan prácticamente todas, y en invierno no hay día que no tenga en la mesa una sopa o una crema de verduras. Son ideales para entonar el cuerpo, sobre todo si hace tanto frío como estos días de enero que estamos viviendo en España.

Aprendí este plato siendo adolescente. A mi madre se lo enseñó una amiga suya de Badajoz, o tal vez de algún pueblo cercano, y le gustó mucho el toque del orégano que ella no solía usar en sus sopas de tomate. Tampoco antes le había echado patata. A mi me gusta esta sopa estilo extremeño mucho más que otras versiones. Y así la suelo hacer. 

QUÉ NECESITO:

  • 4 o 5 tomates de pera triturados o un bote de tomate triturado (yo he usado el Carrefour BIO, de 330 grs)
  • 1/2 pimiento verde, media cebolla fresca o una pequeña
  • Aceite de oliva virgen extra, agua (o caldo de verduras), sal, orégano
  • Una patata mediana
  • Un trozo de pan del día anterior

CÓMO SE HACE:


Lo ideal sería usar tomate natural y triturarlo en casa. Pero la opción de usar el tomate triturado en conserva es algo muy práctico y éste particularmente me gusta bastante. Es el tomate triturado de Carrefour BIO, bote de 330 gramos. Está bueno, cunde mucho y se puede hacer sopa para cinco o seis personas.


Esta sopa es súper fácil de elaborar. ¿Quieres saber cómo se hace?

Se echa un chorrito de aceite en el fondo de la cazuela. Se pica media cebollita fresca en trozos menudos, al igual que medio pimiento verde, y se sofríen en el aceite.

Cuando empiezan a dorarse, se añade el tomate triturado y se fríe a fuego lento durante unos 10 minutos. Se añade el agua, o el  caldo de verduras, y se espera a que rompa otra vez a hervir. Se añade la patata pelada, lavada y troceada en lonchas de aproximadamente medio cm. 

Se cuece unos 10 minutos más, hasta que la patata está tierna. Se añade una cucharadita de orégano al caldo y se rectifica de sal, si lo necesita. 


Aparte, troceamos el pan en rebanadas no muy gruesas y lo ponemos en el fondo del plato.

Cubrimos con el caldo, adornamos con otra pizca de orégano y ¡a disfrutar!

Me encanta acompañar la sopa con unas aceitunas machás de la tierra.
Y a ti ¿cómo te gusta tomar esta sopa?





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