Garbanzos y verduras para un plato tradicional
Uno de los sabores que me trasladan a mi infancia es el de este potaje de garbanzos como lo hacía mi madre. Es un plato que sabe a día de diario, a hule de cuadros con flores y a mesa familiar de cuatro hermanos en la que no había sitio para el aburrimiento.
Es una receta que yo disfruto mucho porque me encantan los platos "de cuchara", tan apropiados para los días de invierno. Reconforta al tiempo que alimenta y, si se acompaña de un buen trozo de pan, no deja indiferente a nadie.
QUÉ NECESITO:
- 1/2 kilo de garbanzos (yo he usado hoy el pedrosillano, pero se puede hacer igualmente con el garbanzo blanco lechoso)
- 1 o 2 tomates, media cebolla
- 2 hojas de laurel, 4 dientes de ajo
- 1 patata, 2 zanahorias, un trozo de puerro, un puñado de judías verdes, unas ramas de apio
- Se puede añadir un trozo de calabaza y, aunque no pertenece a la receta original, hoy le he echado dos pequeños nabos. Quiero decir con esto que este guiso admite cualquier verdura que te guste.
- Aceite de oliva virgen extra, sal, pimentón dulce de La Vera
- Cominos, clavos, nuez moscada
- La receta de la abuela Celina incluía una rebanada de pan frito o, en su defecto, un puñado de pan rallado igualmente frito con aceite de oliva. Se lo echaba para espesar la salsa, pero yo hace años que no le echo el pan.
CÓMO SE HACE:
Se ponen los garbanzos en remojo la noche anterior. Yo los remojo con agua caliente y un puñadito de sal. A la hora de guisar, se escurren y se echan en la olla. Se cubren de agua y se llevan a ebullición. Se espuman, o sea, se retira la espuma que sale al hervirlos. Y se baja un poco la intensidad del fuego.
Se añaden un chorrito de aceite, el tomate y la cebolla. La abuela los añadía enteros, yo prefiero poner el tomate pelado y en mitades y la cebolla la troceo menuda, como toda la verdura, porque me gusta encontrármela en cada cucharada.
A continuación, se echan el ajo y el laurel tostados. La abuela los tostaba directamente en el fogón, ya fuera eléctrico o fuera de gas. Yo, con la moderna inducción, he probado varias opciones y la que más me convence es tostar el ajo y el laurel en una sartén con unas gotitas de aceite. No es exactamente igual, pero se le parece.
Se echa una cucharada de pimentón dulce, la sal, una cucharadita de cominos espachurrados entre las manos, una pizca de nuez moscada y unos cuantos clavos de olor.
Se añaden las verduras y hortalizas que nos gusten: patata, zanahoria, nabos, puerro, apio, judías verdes, calabaza...
Se cierra la olla y se siguen las instrucciones de la misma. Yo la pongo en la olla rápida unos 20 minutos. ¡Y ya solo queda servir y disfrutar!
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