ESPINACAS CON GARBANZOS

Tradición sevillana en nuestra casa

Este es un plato que mi madre, la abuela Celina, hacía muchas veces. Es un plato muy de Sevilla y muy de mi casa. Y es tan típico que te pongan una tapa de garbanzos con espinacas en cualquier bar de Sevilla, como que en Badajoz sea una plato prácticamente desconocido. 


Yo lo cocino de un modo tradicional, pero sin renunciar a las comodidades que me dan las conservas y los alimentos congelados. Porque no siempre encuentro los alimentos frescos como quisiera o me da tiempo de poner unos garbanzos en remojo. Así que ahí va mi versión de espinacas con garbanzos para cualquier día del año. Con estas cantidades, hemos comido hoy seis personas una tapa generosa cada uno o un plato modesto, según se mire, y suficiente en todo caso.

QUÉ NECESITO:

  • Un bote de garbanzos cocidos
  • 3/4 de espinacas congeladas
  • Aceite de oliva virgen extra. sal
  • 3 dientes de ajo
  • Cilantro en grano, cominos en grano, pimentón de la Vera

CÓMO SE HACE:

Primero cuezo las espinacas. Si fueran frescas, las lavo y les doy un hervor con poca agua en una cazuela. Hoy he usado espinacas congeladas. Las he descongelado cociéndolas en una cazuela con agua y un poco de sal. Me gustan las espinacas en hojas, no las que vienen picadas. Sigo las instrucciones del paquete, apago y reservo. 

Abro el bote de garbanzos, los enjuago un poco y los escurro.

Echo un chorreón de aceite en la sartén y añado los ajos pelados y troceados en láminas no muy gruesas. Cuando empiezan a dorarse los ajos, añado los garbanzos y les doy unas vueltas, para que se hagan un poco. A continuación echo las espinacas. Estas las voy cogiendo con una espumadera directamente de la cazuela. No hay que despreciar el caldo de cocción de las espinacas, pues nos va a hacer falta. Las rehogo un poco junto con los garbanzos y los ajos. 

Entonces voy añadiendo las especias. Cojo un puñadito de cilantro y otro de cominos y los majo en el mortero, para que suelten todo su aroma, y lo añado a la sartén. Echo media cucharadita de pimentón de la Vera y la sal al gusto. Remuevo para que se mezclen las especias con las espinacas.

Añado un poco de caldo y dejo que se vaya haciendo todo a fuego lento-medio. Lo dejo hacerse durante unos minutos y le voy añadiendo caldo de espinacas si veo que se queda muy seco. Al final, debe de quedar un plato jugoso, pero no caldoso. 



A la hora de servir, se puede acompañar con huevo duro y jamón serrano picaditos. Y queda un plato muy completo. Rico, sabroso, tradicional. Bueno para dietas vegetarianas o para viernes de cuaresma (siempre que no lleve jamón). Y siempre recomendable para cualquier día del año. 




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