Para alimentarse bien en días de calor
Hubo una época en la que pensaba que una ensalada era algo que se hacía con lechuga, tomate, aceite, vinagre y sal. Con los años he aprendido que se pueden hacer ensaladas con todo tipo de ingredientes. La cuestión está en acertar con la combinación de texturas, de sabores o de nutrientes. Y resulta que esto también es algo muy personal, porque lo que a mi me parece exquisito, a otra persona le puede parecer repugnante, y viceversa.
La ensalada de hoy te puede sorprender si no estás habituado a tomar los garbanzos de esta manera. Es un modo de no olvidarse de las legumbres, que tantos beneficios nos aportan y que forman parte de nuestra querida dieta mediterránea.
Si te apetece preparar esta rica ensalada de garbanzos, sigue leyendo.
QUÉ NECESITO:
- Un bote de garbanzos en conserva (de 500 grs, peso escurrido) o su equivalente en garbanzos cocidos en casa con agua y sal. Para mi es una ventaja comprarlos ya cocidos y en conserva, pero siempre busco que sean lo más naturales posibles y que no lleven aditivos
- Una taza de arroz cocido. Hoy he usado arroz basmati que me había sobrado ayer
- Un puñadito de judías verdes cocidas. Pueden ser congeladas, en conserva o frescas
- Dos latas de atún en aceite
- Un huevo duro
- Dos tomates, un trozo de cebolla fresca
- Aceite de oliva virgen extra, sal, vinagre de manzana
- Medio vaso del agua de cocción de las judías verdes
CÓMO SE HACE:
Para empezar, se hierven las judías verdes unos 10 minutos, o hasta que están tiernas. Se apartan y se reservan.
Se cuece el huevo y se reserva. Se cuece el arroz con agua y sal y se reserva. Yo tenía el arroz cocido de ayer. He usado aproximadamente una taza de arroz ya cocido.
Se abre el bote de los garbanzos, se echan en un escurridor y se enjuagan hasta que desaparece la espuma. Se vierten en la ensaladera. Se añaden las judías verdes escurridas, el huevo duro picado, el arroz y el atún. Se aliña con un chorritín de aceite de oliva virgen extra, sal y vinagre al gusto. Se añade como medio vaso del agua de cocción de las judías verdes. Al echar un poco de agua al aliño se reparten mucho mejor los sabores y queda la ensalada más jugosita.
Aparte, se lavan y trocean los tomates. Se pueden añadir a la ensalada, así como un poco de cebolla fresca finamente picada. Pero, como en casa tengo a quien no le gustan los tomates, los pongo aparte.
Como ves, es una receta que se prepara en pocos minutos. La puedes hacer por la mañana y dejar en la nevera hasta la hora de comer, así estará fresquita y los sabores estarán integrados. Si acompañas con un poco de gazpacho o tomas un trozo de sandía en el postre, es posible que este plato se convierta en la estrella del verano. ¿Qué más se le puede pedir?
Espero que esta receta te ayude a alimentarte bien y a alimentar adecuadamente a tu familia. Si te ha gustado, esperamos tu comentario aquí abajo. ¡Buen provecho!
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