PISTO EXTREMEÑO

Quería improvisar y me salió este rico pisto al estilo extremeño

A veces me pasa que no sé qué voy a poner de comer y me acerco a la nevera a ver si hay algo que me inspire o, simplemente, algo que haya que usar antes de que se estropee y entonces me facilita la decisión. Hoy he abierto el frigo y he visto que tenía dos berenjenas. Cuando estaba pensando qué hacer con ellas, he visto que tenía un calabacín también. He rebuscado en el cajón de las verduras: un trozo de puerro, un trozo de cebolla... Mi nevera me lo estaba poniendo fácil y, cuando me he dado cuenta, me ha salido este riquísimo pisto extremeño.



Sigue leyendo y verá qué fácil es elaborar este rico plato de verduras.

QUÉ NECESITO:

  • 2 berenjenas
  • 1 calabacín (o 2 calabacines si lo prefieres)
  • 1 patata grande
  • 2 tomates maduros
  • Un trozo de cebolla, un trozo de puerro, un trozo de pimiento verde (o pimiento rojo, o ambos), un diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal, pimienta, orégano
  • Uno o dos huevos por comensal

CÓMO SE HACE:

Para empezar, he pelado las berenjenas y las he troceado en dados. Las pongo en agua con sal y les doy un hervor durante unos minutos. Este es el modo como mi madre, la abuela Celina, quitaba el amargor a las berenjenas. Además, como son más tiesas que el resto de verduras, cuando las incorporas después de hervidas ya están algo más tiernas y se cocinan bien junto a ellas.

Mientras hierven, preparo el sofrito en una sartén con aceite de oliva, media cebolla, un trozo de puerro, un diente de ajo y un trozo de pimiento verde. Cuando empieza a dorarse, le añado el calabacín pelado y troceado. Se mezcla todo y se deja que se vaya haciendo al fuego. Luego se añaden las berenjenas escurridas, se vuelve a mezclar y se deja a fuego medio. Cuando empiezan a rendirse estas verduras, se añaden los tomates, pelados y troceados en dados. Si la verdura empieza a secarse, se puede añadir medio vaso de agua. Se pone la sal, la pimienta y una cucharadita de orégano y se deja hacer a fuego lento durante unos 20/30 minutos, o hasta que veas que el tomate ya está hecho. 


De vez en cuando, doy una vuelta a las verduras y espachurro un poco los dados de tomate, para que suelten bien el jugo, no queden trozos y se puedan repartir bien por toda la sartén. 

Aparte, se pela una patata grande (o dos, depende de los comensales), se trocea en cubitos y se fríen estos en aceite de oliva. Las patatas fritas se pueden añadir en la sartén una vez terminada la cocción de las verduras, pero también se pueden poner en el plato junto al pisto. 

A la hora de comer, he puesto el pisto en el plato, he añadido las patatas fritas y un huevo frito o dos, según el gusto y el apetito de quien lo vaya a comer.




Es un plato muy sencillo de elaborar, aunque necesita su tiempo. Si dispones de éste, y un día te acercas al frigo y te encuentras unas berenjenas o calabacines que puedas rehogar, no lo dudes y prepara este rico pisto. La mezcla de hortalizas, el toque de orégano y la sencillez del huevo frito son un auténtico placer para el paladar más exigente. 



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