ARROZ FRITO CON JAMÓN IBÉRICO

El acompañamiento más sabroso y fácil para tus comidas

¡Bueno, bueno, bueno! Este es el arroz preferido de mis hijos y aún no lo había puesto por aquí. Esta receta, por llamarla de algún modo, la inventé un día que estaba preparando arroz a la cubana. Ya sabes, para la mayoría de españoles consiste en arroz blanco, huevo frito y salsa de tomate frito. Llevaba años haciendo el arroz blanco, con agua y sal y ya está. Pero un día que estaba frío, pensé en calentarlo en la sartén con un poco de aceite. ¿Y si le echo unos taquitos de jamón? pensé. Y tuvo tal éxito aquel arroz que ya nunca nuestros arroces con huevo frito volvieron a ser lo mismo. 

Se trata de una elaboración muy sencilla, que solo nos va a ocupar unos minutos, una vez tengamos el arroz blanco, y que merece la pena. Tanto, que muchas veces lo hago y prescindo de la salsa de tomate, como hoy. Yo últimamente lo hago con taquitos de jamón ibérico que compro en mi frutería preferida (ya sabéis, Frutería el Parque en Badajoz), pero si tienes un jamón serrano más corriente queda igualmente rico. 

Y, sin más, paso a explicar cómo se hace el arroz frito con jamón ibérico.

QUÉ NECESITO:

  • 200 gramos de tu arroz preferido, yo normalmente uso arroz redondo o basmati. Este de hoy es basmati. Con 200 gramos han salido 4 tazones de arroz frito.
  • 50 gramos de taquitos de jamón ibérico
  • 1 diente de ajo, sal
  • Aceite de oliva virgen extra

CÓMO SE HACE:

Primero se prepara el arroz, cociéndolo con agua  (dos partes de agua por una de arroz) y una cuharadita de sal, hasta que está en su punto. Se reserva.

En una sartén ponemos un chorrito de aceite de oliva y picamos el ajo en trozos muy menuditos. Cuando empiezan a dorarse los ajos se añade el jamón y se le da una vuelta unos instantes para que suelten la grasita y el aroma. 


Se añade el arroz escurrido y se fríe a fuego medio-alto (en mi fogón el 6 de 9), dándole vueltas regularmente y con cuidado para que no se rompan mucho los granos de arroz. 

Se fríen durante unos minutos, hasta que se vea que el jamón se ha repartido homogéneamente y el arroz empieza a tostarse un poco también. Yo lo retiro de la candela cuando empieza a pegarse al fondo.


Con una cuchara se llena un tazón de arroz y luego se vuelca sobre el plato, haciendo la típica montañita. Puedes comerlo tal cual, acompañar unos huevos fritos o un filete. ¡Está riquísimo!

Ya solo queda ¡servir y disfrutar!




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