FILETES A LA OLLA

¡Nunca fue tan fácil guisar la carne!

Este es otro de los platos que con más gusto recuerdo de mi infancia. Resulta que la abuela Celina, como tantas madres de aquella época, era de las que pensaban que un filete de ternera tenía "mucho alimento". Por eso en nuestra casa era habitual comer filetes con patatas o guisos de carne. Pero algunas veces, estos filetes no eran tan tiernos como le hubiera gustado a ella. No sé muy bien de dónde sacó esta idea de hacerlos en la olla exprés, supongo que alguna amiga o vecina se lo contaría. O tal vez se le ocurrió a ella. Y muchas veces nos hacía los filetes en la olla, normalmente cuando sospechaba que la carne no iba a estar tierna como ella quería.

Son tan fáciles de hacer y están tan buenos... ¡Incluso me gustan a mi que no me gusta la carne! Yo he hecho esta receta miles de veces y siguen siendo éxito asegurado en nuestra mesa. Se pueden acompañar con patatas fritas, esa es la guarnición preferida, aunque yo hoy los he puesto con unos champiñones rehogados y tampoco les viene mal este acompañamiento.

Claro que con el tiempo, le he ido dando mi pequeño toque que los diferencia de los filetes que hacía mi madre y que explicaré a continuación. Si quieres saber cómo se hacen estos fáciles y jugosos filetes a la olla, sigue leyendo.

QUÉ NECESITO:

Estas cantidades están pensadas para entre seis y ocho personas.

• 1 kg de filetes (pueden ser de ternera o de cerdo, o de lomo como los que he puesto yo hoy)
• 8 dientes de ajo
• Aceite de oliva virgen extra
• Medio vaso (o un vasito pequeño) de vino blanco, un poco de brandy 
• Un vaso de caldo de carne o de verdura o, si no tienes, un poco de agua
• Sal, pimienta negra, perejil

CÓMO SE HACE:

Esta receta se hace en olla exprés o en la olla rápida, la que tengas. 

Se pelan los ajos y se parten en rodajitas no muy finas. Se echa un chorreón de aceite de oliva en el fondo de la olla y se ponen los ajos. Se fríen hasta que están empezando a dorarse. Como el ajo es el principal adorno de la carne en este plato, somos generosos con las cantidades, por eso pongo bastantes dientes de ajo. Si no te gustan mucho, puedes usar menos pero no sé si quedará igual el resultado final.

Cuando los ajos están dorados, se sacan y se reservan. En el aceite vamos sellando los filetes poco a poco y los vamos sacando en una fuente, hasta que están todos sellados. Además, cada vez que pongo una tanda de filetes en la olla les espolvoreo un poco de pimienta negra.

La abuela Celina no lo hacía así, sino que doraba los ajos, luego echaba todos los filetes juntos en la olla y les iba dando vueltas con la cuchara de palo. Yo los sello porque he visto muchos programas de Arguiñano en mi vida y ahora ya sé que eso se llama "sellar la carne", que equivale a lo que siempre hemos llamado "perder la vergüenza".  Ella tampoco usaba pimienta en sus guisos, pero yo confieso que desde que conocí la pimienta negra me casé con ella y prometí serle fiel todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe. 😂

Una vez que ya hemos pasado todos los filetes por el aceite caliente, los echamos todos en la olla (exprés o rápida) y añadimos el ajo, que había sacado con el fin de que no se me quemaran mientras sellaba los filetes. Añado una cucharadita de sal gorda, el vino blanco y el brandy. Espero un momento a que se evapore el alcohol y le pongo el vaso de caldo. Hoy tenía caldo del puchero en la nevera. Pero si no tengo caldo, le echo medio vaso de agua para que tenga suficiente líquido la olla. 

Le pongo una cucharada de perejil, fresco o seco. Cierro la olla y lo pongo en el fuego el tiempo que me indiquen las instrucciones de la misma para carne. En esta olla rápida lo he tenido 10 minutos en la potencia 3 de mi candela. 

Una vez pasado el tiempo, espero para poder abrir la olla y me encuentro con unos filetes en salsa, tiernos, y sabrosos. ¡Ahora solo queda servir y disfrutar!