POTAJE DE FRIDIÑOS CON VERDURAS

Un plato de cuchara con muy buena pinta

Los fridiños son una legumbre desconocida en general, pero muy típica en Extremadura. Se conocen como alubia carilla o judías con chaleco, haciendo alusión a la mancha negra que los caracteriza. Son muy ricos en nutrientes, proteínas y minerales, así como en fibra. 

Las legumbres son protagonistas de nuestra rica dieta mediterránea y no deben de faltar en nuestras mesas varias veces por semana. Hacía mucho tiempo que no preparaba fridiños, la verdad y hoy me he animado a cocinarlos. 


Mi madre los conoció al venir a vivir a Badajoz y aprendió a cocinarlos como le explicó la Tata Mari. Pero no los solía poner en la mesa con mucha frecuencia. Yo tengo la receta que me dio escrita en mi libreta verde. Uso esa receta como base pero le añado alguna cosilla más, como explicaré. Realmente, creo que merece la pena que los pruebes, sobre todo si te gustan los platos de cuchara.

QUÉ NECESITO:

  • Medio kilo de fridiños
  • Media cebolla grande, medio pimiento verde, un trozo grande de pimiento rojo, dos dientes de ajo, un trozo de puerro
  • Dos zanahorias, un tomate grande o una cucharada de tomate en polvo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal, nuez moscada, una cucharadita de cominos, media cucharadita de pimentón de la Vera



CÓMO SE HACE:

Aunque dicen que esta legumbre no necesita tanto remojo como las demás, yo he puesto los fridiños a remojo la noche anterior, así que han estado aproximadamente 12 horas en agua antes de guisarlos. Luego los he puesto en la olla con agua fría y les he dado un hervor durante 10 minutos. A continuación, los he escurrido y he tirado ese primer agua de la cocción. Los he vuelto a poner en la olla y los he cubierto con agua fría. Se pone de nuevo la olla en la candela y mientras se calienta se van preparando las verduras.

He picado media cebolla grande en trozos regulares (como se ve en la foto), así como el medio pimiento verde y el trozo de pimiento rojo. He picado los dientes de ajo en trozos pequeños. He troceado igualmente el puerro. He pelado las zanahorias y las he partido en rodajas. Lo he echado todo en la olla. 

Después he puesto una cucharada de tomate en polvo, aunque se pueden poner uno o dos tomates rallados o en trozos. 

He echado un buen chorreón de aceite de oliva, dos cucharaditas de sal, media cucharadita de pimentón de la Vera, dos pizcas de nuez moscada y una cucharadita de comino en grano. Como suelo hacer, el comino lo espachurro entre las manos para que suelten mejor todo su aroma. La receta de mi madre no lleva cominos, pero a mi me gusta mucho esta especia, aparte de que es muy apropiada para las legumbres, ya que contrarresta el efecto que tienen en la tripa provocando gases molestos.

He cerrado la olla rápida y la he tenido puesta 20 minutos. Los fridiños quedan tiernos pero enteros, muy agradables de comer. ¡Y ya solo queda servir y disfrutar!

Con medio kilo de fridiños me han salido 5 o 6 raciones. Si aun sobran, al día siguiente se pueden poner con un poco de arroz. 





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