GUISO DE PATATAS CON CARNE VEGETAL

Parece carne pero no es carne: la soja deshidratada

Conocí la soja deshidratada o soja texturizada hace años, cuando empecé a interesarme por la dieta vegetariana.

Según Wikipedia, se trata de una proteína que se obtiene mediante el proceso de extrusión de la harina desgrasada de soja obtenida principalmente como subproducto de la extracción de aceite de soja. Se utiliza en las dietas vegetarianas como aporte proteínico, y es consumida también por personas veganas.

La encuentro en el mercado en dos formatos principalmente: fina (como carne picada) o gruesa (como ragú). Hoy la vamos a usar gruesa y voy a hacerla al estilo del guiso de carne con patatas que aprendí de mi madre, la abuela Celina. No se puede esperar que sepa igual, pero está rico y resulta un alimento muy completo.


QUÉ NECESITO: 

  • 100 gramos de soja texturizada gruesa (yo tenía un poco más, como 115 gramos, y me ha dado para cuatro raciones generosas)
  • 3 patatas hermosas
  • Media cebolla, un trozo de puerro, un diente de ajo (opcional, un trozo de pimiento verde o rojo)
  • Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, vino blanco
  • Perejil, orégano, laurel, pimentón dulce, nuez moscada


CÓMO SE HACE:

Primero se pone a remojar la soja texturizada en un cuenco con agua caliente.

Mientras tanto, se va haciendo el sofrito. Pongo en el fondo de la cazuela un chorreón de aceite de oliva y añado la cebolla en trozos, el diente de ajo y el puerro también troceado. Se puede añadir un trozo de pimiento al sofrito. Cuando está todo dorado se escurre el sofrito, se echa en el vaso de la batidora junto con medio vaso de vino blanco y se tritura. En el aceite que queda en la cazuela se echan un par de hojas de laurel para que se vayan tostando.

Se echa la soja texturizada, ya remojada y escurrida, en la cazuela y se le da unas vueltas. Se echa el contenido de la batidora sobre la soja y se espera a que se evapore el alcohol.

Se cubre con agua y se adereza con la sal, la pimienta, una punta de pimentón dulce, una pizca de nuez moscada y las hierbas (media cucharadita de perejil y otra media de orégano). Si se quiere, se pueden añadir otras hierbas al gusto.

Se cuece unos 10 minutos y se añaden las patatas troceadas como explico en esta otra receta. Se vuelve a cubrir con agua y se rectifica de sal. Se deja cocer otros 15 minutos o hasta que las patatas estén en su punto.

El resultado es un guiso de cuchara que aporta sabor y calor en la mesa de invierno. De este modo reducimos el consumo de carne sin renunciar a las proteínas que necesitamos cada día. Y el planeta agradecerá este gesto, sin lugar a dudas.








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