TORTILLÓN MANDI'O

Improvisación culinaria a la paraguaya


El manihot esculenta, llamado comúnmente yuca o mandioca es un arbusto perenne de la familia de las euforbiáceas que se cultiva en América, África y Oceanía por sus raíces con almidones de alto valor alimentario, siendo originaria del centro de América del Sur.

Precisamente en mi primera estancia en Paraguay descubrí este magnífico alimento que no tiene gluten y tiene un gran valor nutricional. La mandioca que consumimos es en realidad la raíz de una planta, y se consume de un modo parecido a la patata. Tiene un 90% de almidón sin gluten, rica en fibra, vitaminas, minerales y muy bajo contenido en grasas.

Visitando las Cataratas de Iguazú,
en la Triple Frontera (Paraguay-Brasil-Argentina)

Si no has consumido nunca mandioca has de saber que hay que pelarla muy bien, eliminando cualquier resto de cáscara y rayas oscuras si las tuviera, y hay que hervirla al menos durante media hora para que elimine el cianuro y no nos haga daño. 

En Paraguay se come a diario. Se hierve y para ellos es un acompañamiento cotidiano como para nosotros el pan. La yuca está presente en toda la gastronomía paraguaya. Se puede hacer cualquier plato con mandioca, como acompañamiento o como plato principal. En una mesa paraguaya podemos encontrar: empanada de mandioca, mandioca frita, mandi'o chyryry, bolitas de mandioca, croquetas de mandioca, chipas (rosquillas de mandioca y queso) y pastel de mandioca (como una quiche). 

Hace ya algún tiempo que incorporé la mandioca a mi dieta y la verdad es que me sienta muy bien ya que es muy beneficiosa para el sistema digestivo. Y además gusta a toda la familia. 

Puedes ver otras recetas con mandioca en este blog, como la chipa kesú, el mbeyú, o el pan de queso brasileño.

Nosotras, además, hemos incorporado el almidón de mandioca a nuestras recetas de repostería. Puedes consultar nuestras recetas de bizcochos: bizcocho de jengibre y naranja, bizcocho de chocolate o bizcocho con frutas



QUÉ NECESITO:

  • Una mandioca grande, en buen estado
  • Cuatro huevos
  • 100 gramos de queso en daditos
  • Jamón ibérico al gusto
  • Aceite de oliva
  • Sal, pimienta y orégano. 

CÓMO SE HACE:

  1. Se pela la mandioca y se quitan las partes que pueden estar estropeadas (donde se ven rayas oscuras, o que están podridas). Se hierve media hora cubriéndola con agua y sal en una olla o cazuela. En Badajoz es muy difícil comprar mandioca fresca en buen estado. Para cruzar el océano suelen cubrir las raíces con parafina, pero eso no impide que se estropeen y que sea fácil encontrarse las piezas con algunas partes feas que es recomendable eliminar. 
  2. Se escurre y se deja enfriar y secar  la mandioca en un escurridor, una vez que al pinchar con cuchillo se atraviesa hasta el otro lado. 
  3. Se prepara una sartén con un poco de aceite de oliva. Se parte en cuadraditos la mandioca, ya fría y seca, y se pone a freír hasta que se dore por fuera. 
  4. Después, se añade el jamón y el queso, y se mezcla hasta que esté bien integrado. Se echa una pizca de pimienta y se rectifica de sal. Se añade el orégano.
  5. Se cascan los huevos y se añaden, se mezcla todo y se deja cuajar a fuego medio-bajo.
  6. Cuando se separa bien de la sartén, se pone un plato sobre la sartén y se le da la vuelta a la tortilla, hasta que el otro lado esté dorado.
¡Y ya solo queda servir y disfrutar! 






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